¡Vengo con más noticias frescas! Esta vez se trata de una entrevista para la radio y una reseña. La entrevista me la ha hecho esta mañana Santiago Juanes para el programa "Hoy por hoy" de Cadena Ser. Ha sido todo un placer contar con un profesional como él, al que aprovecho para enviar un fuerte abrazo desde aquí, además de una experiencia increíble. ¡Es la primera vez que visito un estudio de radio! Podéis escucharme en esta página web, pinchando en el nombre del programa dentro de "Lo mejor de la semana". Aparezco en torno al minuto 49, más o menos a la mitad del archivo de audio. ¡A ver qué os parece! ¡Espero no ser la única a la que le cuesta reconocer su voz al escucharse en una grabación!
Y en segundo lugar, no puedo resistir la tentación de colgar en el blog el contenido de una reseña aparecida ayer por la mañana en el diario digital MasSalamanca. Me ha emocionado muchísimo... ¡gracias a la autora!
Los entresijos de Hojas de dedalera
- Hay algo de lo que carece –adivinó lord Rosenfield-. Algo que las demás [médiums] tienen.
Annabel, muy despacio, asintió con la cabeza; se había puesto roja de repente.
- Nunca he tenido un espíritu protector – reconoció en voz baja. (p. 172)
Se equivocaba Annabel, se equivocaba… como la paloma del célebre poema de Rafael Alberti. La niña de los ojos rociados de menta y los cabellos de brasas revoltosas cuenta con un espíritu protector que vela por ella desde las primeras páginas del libro: el lector (¿o quizás deberíamos hablar de la figura del proLector?).
El proLector es más que un simple lector. Como si de Molière se tratara, se convierte en personaje, de tal manera que se metamorfosea en Heather, la tía de la protagonista, cuando tiene que proteger a la pequeña de los constantes ataques de su tío Tom; en Nathan, cuando el joven inspector cae rendido a los inmaculados pies de nuestra médium preferida o en Ada, su aprendiz, cuando no quiere más que empaparse de la aguda inteligencia de la niña que tuvo que crecer demasiado rápido. Y detrás de todo esto se encuentra la delicada a la par que elegante prosa de Victoria Álvarez. Tanto es así que podríamos arriesgarnos a tildarla de prosa poética gracias al esmerado cuidado de la autora al describirnos tanto los lugares como las escenas que tienen lugar en ellos.
Hojas de dedalera es, por lo tanto, una novela diversa en cuanto a su tipología (pasajes narrativos bañados, cuan ninfas, en descripciones románticas de las que Victor Hugo se sentiría orgulloso) y en cuanto a su género, tan especial que es imposible clasificarlo. Nos encontramos frente a una novela de tintes góticos que nos sumerge en el ambiente victoriano de principios del XX; ante una novela detectivesca que nos mantendrá en vilo durante casi la totalidad del libro; ante una historia de amor diferente, divertida, inigualable. Los tres géneros se dan la mano para sorprendernos en todo momento, e incluso para robarnos horas de sueño cuando aquello de un capítulo más y lo dejo… es tan imposible como que las ranas críen pelo (¿cómo dejar de proteger a la hermosa Annabel Lovelace aunque sólo sea un minuto…?)
Victoria Álvarez ha escrito el libro que a todos nos gustaría escribir: una historia que engancha de principio a fin, unos detalles preciosos y preciosistas que se dibujan con detalle, trazo a trazo, en el imaginario del proLector, una novela repleta de historia, de pasión desmesurada y fidelidad hacia una época para muchos desconocida. En definitiva: una historia que hará historia, una novela que revaloriza, realza, sitúa en lo más alto el panorama de la literatura española. Una novela de una joven salmantina con mucho que contar, y sobre todo, con mucho talento para contarlo.
Victoria Álvarez ha hecho del más allá un paraíso onírico por el que pasear de la mano de sus personajes y sus detallados rasgos característicos. Nunca el "Otro Lado" fue tan hermoso.
La acariciaba con unas manos que seguían pareciéndole más corpóreas que ninguna de las que la habían tocado, estrechando los dedos de Annabel con los suyos, sobre las sábanas; la hacía delirar durante horas enteras en las que se desvanecía todo a su alrededor, salvo el contacto de aquel cuerpo que quebrantaba las leyes más sagradas del Más Allá para permanecer a su lado, y de aquellos labios en los que le gustaría perderse para no volver nunca más a la dimensión de los vivos, para no tener que olvidarse de sus caricias. (p. 284)
Zoraima Maldonado Prieto
Podéis leer la reseña directamente en este enlace :)
Ya he oido tu entrevista .
ResponderEliminarFelicidades.¡¡
Y felicidades tambien a Zoraima ...me ha encantado ¡¡¡
Exitos para el Jueves y Viernes.
Dulcecilla voz de ¿Annabel?
ResponderEliminarDe Annabel al principio del libro... :D
Cuando es tu cumple?
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